Comienza mi aventura

-¡Muchas gracias!- digo sonriente- Mi nombre es Angy- digo presentandome mientras le sigo a traves de las casas del pueblo

-Vale, está bien, parece que dices la verdad. Me llamo Stak, soy el lider de este pueblo - te dice mientras sonrie y hace que todos bajen las armas - Acompáñame a mi casa, allí podrás comer algo.

Observo mi situación. Es preferible evitar la pelea a toda costa, ya que, imagino que habrá mas hombres armados por la zona. Levanto ambas manos y sonrio, intentando parecer inofensiva.
-¡Lo siento si os he asustado!- digo- He llegado a esta isla arrastrada por la corriente y ando un poco perdida... Unicamente me gustaría saber en que isla me encuentro. En cuanto consiga una barcaza me largaré como he llegado- mantengo la vista puesta en el que parecer el lider del grupito, y me mantengo alerta a cualquier movimiento que hagan, preparada para pelear.

Alguien se te acerca desde atrás, pero antes de que reacciones te encuentras de que estás rodeada por un montón de hombres armados.
-Hey, ¿qué haces por aquí, extranjera?

No acabo de fiarme mucho, pero decido volver a mi forma humana y andar hacia el poblado.

Para tu alegría las luces provienen de una zona que parece un poblado habitado.

Decido acercarme a ver que es, pero me mantengo entre la espesura, aprovechando mi pelaje un poco mas oscuro de lo habitual en los leones...

A lo lejos ves como hay un leve resplandor. No puedes ver bien que es puesto que hay mucha vegetación de por medio, pero intuyes que allí hay luz.

Decido ir hacia el sur, pero como ya a oscurecido, paso a mi forma leona completa, de manera que puedo ver en la oscuridad. Y sin molestar al resto de los animales, que no me fijo en ellos, comienzo a investigar la isla.

Consigues asar (si se puede decir eso) la serpiente y los insectos te los comes crudos (creiste que era la mejor opción).
Después de haber comido decides volver a emprender tu viaje.
Hacia dónde te diriges?

(Off: Gracias por la comprensión. Realmente ando ocupado. Saludos)

Miro a todos lados. La única manera que me queda de encender un fuego es pasando a mi forma semi-humana, semi-leona... pero tengo la sensación de que no lo debería hacer. Tras pensarlo detenidamente y dar un largo suspiro, me convenzo a mi misma de que no me queda otra opción. Paso a mi forma humana-leona, que es una de las habilidades de la Akuma no mi, Raion raion no mi, y tras colocar bien todo lo que he encontrado para hacer leña, saco mis garras y rozandolas un poco entre sí, cerca de la leña, saltan unas cuantas chispas prendiendo un pequeño fuego. Vuelvo a mi forma humana, y empiezo a asar como puedo lo que he encontrado

Off: No te preocupes por la tardanza. Lo que cuenta es que al fin y al cabo, lo hagas ^^

Miras y miras por las cercanías de tu posición, pero no encuentras hierba seca. Solo has conseguido un puñado de rastrojos algo húmedos por el clima del lugar. En cuanto a la comida... encuentras algunos insectos e incluso consigues atrapar una serpiente bastante larga y no venenosa.
Ahora te asalta una duda: cómo enciendes el fuego?


(Off: Por cierto, si quieres decirme algo que no sea de la historia puedes ponerlo en off como lo he hecho yo ahora. Y si ves que tardo en contestarte en tu historia es porque estoy muy ajetreado, pero voy todo lo rápido posible a continuar masterizando. Saludos)

<<Podría quedarme en la playa>> pensé << Pero no podre comer nada... tendré que adentrarme en la selva>> con una mano sobre mi espada, me adentré en la selva a buscar algo de leña que prender y algo que comer

Te encuentras en la playa de una isla que parece cubierta completamente por una selva frondosa.
No sabes si alguien vive ahí o es una isla desierta. Tu decides tu próxima maniobra.

Desperté por el continuo movimiento al que me estaba viendo sometida, y me encontre en algun lugar muy oscuro. Quise incorporarme pero golpeé la cabeza al intentarlo. Resoplando, empecé a palpar donde me encontraba. <<Una caja>> deduje <<Estoy en una caja>> repetí mentalmente algo humillada. No recordaba como había ido a parar alli, pero lo que si sabía era que estaba en el mar. Y seguramente estaba un tanto picado. De repente noté un golpe muy fuerte y empecé a rodar junto con la caja. ¿Había tocado tierra? Desenfundé mi espada, la que me dejaron en herencia mis ''padres'', y abrí un agujero en la parte superior de la caja, lo suficientemente grande, como para salir de él. Me asomé y vislumbre una isla con una frondosa selva. Alcé la cabeza al cielo. Pronto anochecería. Con un suspiro, salí de la caja tras estirarme un poco, notando la fina arena bajo mis pies. Tras observar dónde estaba, de nuevo, decidí enfundar mi espada. <<¿ A dónde he ido a parar? >>